Los pequeños no siempre pueden manifestar que les duele la garganta, incluso pueden decir que les duele la panza. En los bebés, un cambio de comportamiento y aumento de irritabilidad puede alertar una afección. El dolor de garganta se puede detectar cuando tu pequeño presenta un sonido ronco en su voz o le cuesta tragar, y es un síntoma que puede indicar una infección o virus. Lo bueno es que lo puedes ayudar a que se libren del dolor rápidamente siguiendo estos consejos:
- Haz que descansen y tomen mucho líquido. Ofréceles comida frecuentemente. Para los niños pequeños, las paletas son geniales.
- Enciende un humidificador de aire frío en la habitación. El aire húmedo puede aliviar el dolor de garganta. Asegúrate de limpiar tu humidificador con frecuencia.
- Enséñales a hacer gárgaras. Hacerlo con agua tibia y sal cada 4 horas puede ayudarlos a aliviar el dolor.
- Llama al pediatra de tu hijo si:
- El dolor se prolonga durante varios días.
- También tienen fiebre, dolor de oído o les resulta difícil respirar o tragar. Podrían tener una infección (como una infección estreptocócica) que necesita tratamiento.
Debido a que los gérmenes que causan el dolor de garganta se transmiten fácilmente, recuerda que debes hacer que todos los miembros de la familia se laven las manos con frecuencia y que eviten compartir los vasos, cubiertos y toallas.